El proceso de divorcio con deudas comunes en Córdoba puede ser complejo. Un divorcio estándar ya es complejo, pues más aún cuando en la ecuación aparecen las deudas compartidas entre ambos.
Si te encuentras en esta situación en Córdoba y te preocupa cómo se gestionarán las obligaciones económicas compartidas, estás en el lugar adecuado.
En Mellado y Tapia Abogados, entendemos tus inquietudes y estamos aquí para guiarte. Es fundamental comprender qué sucede con las cargas financieras que ambos cónyuges adquirieron durante el matrimonio, ya que su reparto influirá directamente en tu futuro económico post-divorcio.
Su tranquilidad, nuestra prioridad
En Mellado y Tapia Abogados en Córdoba, ponemos a su disposición nuestra experiencia y compromiso para ofrecerle soluciones legales eficientes y personalizadas.
Contáctenos Ahora¿Qué son las deudas comunes en un matrimonio?
Antes de adentrarnos en su reparto, es esencial definir qué consideramos «deudas comunes» o «deudas conyugales». Estas son aquellas obligaciones económicas contraídas por uno o ambos cónyuges durante la vigencia del matrimonio y destinadas a satisfacer las necesidades de la familia o la administración de los bienes gananciales. Ejemplos claros incluyen hipotecas de la vivienda familiar, préstamos para la compra de un coche o electrodomésticos, tarjetas de crédito utilizadas para gastos comunes, o incluso deudas con la Agencia Tributaria o la Seguridad Social generadas por actividades económicas conjuntas. Es importante distinguirlas de las deudas privativas, que son aquellas que un cónyuge adquirió antes del matrimonio o para fines exclusivamente personales.
Reparto de deudas en divorcio con bienes gananciales en Córdoba
El régimen económico matrimonial predominante en España y, por tanto, en Córdoba si no se pacta lo contrario, es el de sociedad de gananciales. Bajo este régimen, las ganancias y beneficios obtenidos indistintamente por cualquiera de los cónyuges durante el matrimonio se hacen comunes y se atribuyen por mitad al disolverse la sociedad. Lo mismo ocurre con las deudas.
Cuando un matrimonio se disuelve por divorcio y rige el régimen de gananciales, lo primero es liquidar esta sociedad. Esto implica hacer un inventario de todos los bienes (activos) y todas las deudas (pasivos) comunes. Una vez identificadas, el reparto ideal es al 50% entre ambos cónyuges. Sin embargo, en la práctica, la cosa se complica. Lo que suele hacerse es adjudicar a uno de los cónyuges la titularidad del bien asociado a la deuda (por ejemplo, la vivienda hipotecada) y, en contrapartida, este asume la deuda correspondiente. Si el valor de los bienes o las deudas no es equitativo, se buscarán mecanismos de compensación, como el pago de un exceso de adjudicación o la asunción de otras deudas por el otro cónyuge. La complejidad radica en que, frente a terceros (como un banco), ambos cónyuges siguen siendo deudores solidarios hasta que la deuda sea saldada o uno de ellos sea liberado formalmente de la obligación, lo cual rara vez ocurre si la capacidad de pago del otro no es suficiente.
Disolución de sociedad de gananciales con cargas en Córdoba
La disolución de la sociedad de gananciales con cargas es un paso ineludible en un divorcio con deudas comunes en Córdoba. Este proceso puede realizarse de mutuo acuerdo o de forma contenciosa. En el primer caso, los cónyuges, asistidos por sus abogados, elaboran un convenio regulador donde especifican cómo se van a repartir los bienes y las deudas. Este convenio es después aprobado por el juez. Si no hay acuerdo, será el juez quien, tras el procedimiento judicial, decida cómo se liquidará la sociedad de gananciales, lo que suele ser un proceso más largo, costoso y emocionalmente desgastante.
Es crucial que en este convenio o sentencia se especifique claramente quién asume cada deuda, cómo se gestionarán los pagos y qué compensaciones se establecen. Aunque el juez pueda adjudicar una deuda a uno de los cónyuges, esto no siempre libera al otro de su responsabilidad ante el acreedor. Por eso, es fundamental negociar y, si es posible, buscar la novación de las deudas con los bancos para que la titularidad se transfiera únicamente al cónyuge que asume el bien o tiene mayor capacidad económica.
Consejos legales para el reparto de deudas en tu divorcio
En Mellado y Tapia Abogados, sabemos que enfrentar un divorcio con deudas comunes en Córdoba puede generar mucha ansiedad. Por ello, te ofrecemos algunos consejos clave para abordar esta situación:
- Haz un inventario exhaustivo: Lista todas las deudas, su importe, su fecha de origen y quién aparece como titular. No dejes nada fuera.
- Diferencia deudas gananciales y privativas: Un abogado te ayudará a determinar qué deudas son verdaderamente comunes y cuáles son privativas de cada cónyuge.
- Prioriza la negociación: Un acuerdo amistoso siempre es la vía más rápida y menos traumática. Intenta llegar a un consenso con tu ex-pareja sobre el reparto de las deudas.
- Considera la aceptación de deudas: Si uno de los cónyuges asume una parte mayor de las deudas, el otro podría compensarle de alguna manera, por ejemplo, renunciando a una parte de un bien o asumiendo menos gastos de otro tipo.
- Asesoramiento profesional es clave: No intentes gestionar este proceso solo. La complejidad legal y fiscal requiere la intervención de abogados especializados. En nuestro despacho, Mellado y Tapia Abogados, contamos con la experiencia necesaria para proteger tus intereses.
- Negocia con los acreedores (si es posible): Una vez que tengas un acuerdo o sentencia, intenta renegociar las condiciones de la deuda con los bancos o entidades financieras para formalizar la nueva situación.
Si necesitas una consulta especializada para tu situación particular, no dudes en contactarnos. Nuestro objetivo es que puedas iniciar tu nueva etapa con la mayor tranquilidad posible.
¿Qué pasa con la hipoteca de la vivienda familiar?
La hipoteca es, quizás, la deuda común más significativa en muchos matrimonios y, por tanto, un punto crítico en un divorcio con deudas comunes en Córdoba. La vivienda familiar suele ser el activo más valioso y la hipoteca, la deuda más grande.
Cuando hay una hipoteca, las opciones suelen ser:
- Venta de la vivienda: Es la opción más limpia. Se vende la casa, se liquida la hipoteca con el dinero obtenido y el remanente (o la deuda pendiente, si el valor de venta es menor que la hipoteca) se reparte entre los cónyuges.
- Adjudicación a uno de los cónyuges: Uno de los cónyuges se queda con la vivienda y asume la totalidad de la hipoteca. Para que esto sea efectivo ante el banco, es necesario que este apruebe la subrogación o novación de la hipoteca para liberar al otro cónyuge. Si el banco no lo acepta, ambos seguirán siendo responsables solidarios, a pesar de lo que diga la sentencia de divorcio entre ellos. Esto significa que si el cónyuge que se queda la casa deja de pagar, el banco podrá reclamar la deuda al otro. Por ello, es crucial buscar un abogado que te ayude a blindar esta situación en la medida de lo posible, aunque la responsabilidad solidaria es difícil de eliminar sin el consentimiento del acreedor.
- Extinción de condominio: Si ambos cónyuges desean mantener la propiedad pero uno de ellos va a habitar la vivienda, se puede formalizar una extinción de condominio. Uno de los cónyuges cede su parte al otro, quien le compensa económicamente y asume la totalidad de la deuda hipotecaria. Esta opción puede tener ventajas fiscales frente a una compraventa entre los cónyuges.
Cada caso es único, y en Mellado y Tapia Abogados podemos analizar tu situación y asesorarte sobre la mejor estrategia para gestionar tu hipoteca durante el proceso de divorcio. Estamos para ayudarte a resolver tus dudas y facilitarte el camino. Haz clic aquí para consultarnos por WhatsApp.
Vanessa Mellado
Tu abogada en Córdoba
Estoy a tu servicio. Con empatía, con ganas de hacer mi trabajo en pro de las personas que depositan su confianza en mi capacidad para resolver sus problemas.
